Los Pink Floyd, esa banda británica de rock progresivo liderada por David Gilmour y Nick Mason, han decidido pasar el fin de semana en Oregón. Y como cualquier padre con hijos en edad escolar tienen motivos para hacer un tema o llegado el caso, dos. Porque es que lo de los comedores de los colegios ya se ha convertido en un desastre. Comida medio congelada que llega en camiones, las criaturas que pasan una enfermedad a la hora de comer, los padres que la pasan a la hora de pagar… En definitiva, que quieren volver a los tiempos en los que se cocinaba en el colegio.

Nuestros políticos siguen también en plena forma en la sección “Mientras tanto en el Gobierno de Oregón…”. El empresario norteamericano William Bezos llega a esta nuestra comunidad con la sana intención de invertir perras sin conocimiento instalándose en Plaza. Pero Lambán tiene una faringitis de caballo y no puede hablar con él, va a necesitar que Soro haga de traductor. Y no va a ser el único intermediario, porque Beamonte, viendo nicho de negocio en la enfermedad del de Ejea, se convierte también en intérprete. Un auténtico golpe de estado se prepara en el Pignatelli por una triste ronquera...

E.T., el ser que vino de las estrellas, tiene una nueva oportunidad para lograr la plena inclusión. Descubre en una conversación casual que sus colegas humanos, M.ª Carmen y Oeié, no tienen la necesidad de decirse palabras para dar información. Esto es, que con un “¿Sabes lo que…?” es más que suficiente como para que el otro diga “Ya, ya...”. Un caso de telepatía, bajo criterio del mocico verde, que con urgencia y sin valorar, probará a ponerlo en práctica con el primer vecino que se cruce en su camino.

Roque & Adela continúan a la búsqueda del canal televisivo que mejore la excelencia del Oregón. Y de repente, como quien no quiere la cosa, aparece Jordi Hurtado con su Saber y Ganar edición fin de semana. Y la mujer del cardado y la chaqueta tapizada soltará la bomba informativa: Todos lo programas del presentador eterno se grabaron de una tacada.

Volvemos a la cocina del programa, a primera hora de la mañana, cuando los protagonistas se muestran al natural. Esto es, que tenemos un Desayunando con..., en este caso con la familia Osborne. El chiquillo, Bertín, no Ozzy, se conoce que ha salido al padre. Un bromista de los de antes, un juergas seductor que canta, hace chistes y vuelve de farra de mañana después de pasar la noche con Esteso y los Morancos. Pero no va a ser una balsa de aceite la comida más importante del día. Y es que la madre no lleva del todo bien que su hijo se haya distanciado del pobre Arévalo por una comida con el rey emérito.

En Casa Gálvez, Javierico anda preparándose un disfraz de profesor Xavier, el de los X-Men. Con calva de latex y la silla de su abuela. Y en estas que entra su padre, José Mari y se da el susto de su vida. Entre el meneo que le da a la patata, y el haber quedado como un panoli delante de su chiquillo, el taxista va a tener como objetivo único devolverle a su hijo el sobresalto, pero multiplicado por cien. Un auténtico duelo de sustos vamos a presenciar.

Arturo y Damián se encargarán de darle carpetazo al programa. Y lo harán repasando la relación del programa semanal con el universo Casetas. Y parece ser que el mismísimo Bertín Osborne...

Y esta semana, para regalar unos entremeses de canto y baile, el señor gordito que baila y la señora con chaqueta de punto que canta, nos regalarán sus acostumbradas sesiones de arte aderezadas con sus imprescindibles consejos.

Oregón TV, cerrando el mes de enero, quién lo iba a decir, a las 21:20 horas, este sábado, en Aragón TV.