Repasa la historia de la comunidad a través de la indumentaria y reúne a los mayores expertos en la materia.
El sábado 13, a las 13:20 horas, tras la Ofrenda de Frutos, Aragón TV estrena el documental ‘Vida y Moda Aragonesa’ en el que repasa la historia de la comunidad a través de la indumentaria y reúne a los mayores expertos en la materia.
Telas, zurcidos y botones han permitido conocer cómo vivían los aragoneses de hace más de 200 años. Este documental recoge esa parte de la historia que dormía en baúles, se escondía entre hilvanes y puntadas y configura el legado de nuestros mayores. Un testimonio escrito con seda, lana y algodón.
"La indumentaria aragonesa comienza a estudiarse a mitad del siglo XVIII por que es cuando se abandona la forma de vestir renacentista y se pasa de un vestido de una pieza a dos", cuenta Marian Rebolledo, periodista y comisaria de la exposición "Vida y Moda". Las fuentes donde buscar información son variopintas: "pinturas, actas notariales, dotes...", explica María Jesús Ruiz, miembro del grupo Somerondón. A partir de ahí, el trabajo de coleccionistas y estudiosos ha permitido que la indumentaria nos revele la forma de vida de los aragoneses de hace 200 años.
La indumentaria de una persona está marcada por dos variables: clima y clase social. Así, vemos cómo nobleza y burguesía del Valle del Ebro visten sedas y corsés siguiendo las modas europeas que dicta Francia principalmente y las clases trabajadoras de su entorno, Pirineo y Teruel practican una economía de subsistencia en la que se reaprovechan todas las prendas. "Se zurcen, se pasan de unos a otros, se heredan... Hasta que se hacen trapos. Eran prendas hechas para durar", cuenta la coleccionista de indumentaria Ana Corina Pablo de Buen.
El siglo XX trae la producción en serie y un cambio de vida que llevará la indumentaria tradicional a los baúles hasta los años 70-80 en los que actos populares como la ofrenda de flores volverán a darle brillo. Aparece el traje de baturra, un intento por uniformar la forma de vestir de todo el territorio aragonés y que laminará la riqueza de la indumentaria aragonesa. 40 años después, su huella comienza a difuminarse en beneficio de las prendas con autenticidad. "Con toda la información que hay, quien no se viste bien es porque no quiere", asegura el indumentarista Miguel Ángel Lahoz.