27 febrero 2019

“Son más que bares”, el viernes por la noche, en 'Unidad móvil'

Los bares tienen mucha importancia en la vida social. En muchos municipios de Aragón, estos establecimientos son los lugares en los que se concentra la escasa vida que queda en ellos.

 

Aragón pierde bares. Así lo demuestran los datos que ofrece el Anuario de la Hostelería de España 2018: esta comunidad tiene 363 establecimientos menos que en 2010. 'Unidad móvil' analiza este viernes (21:35 horas) la importancia que los bares tienen en la vida social de los aragoneses. En muchos municipios de Aragón, estos establecimientos son los lugares en los que se concentra la escasa vida que queda en ellos y son un arma contra la despoblación. Por otro lado, en las ciudades siguen existiendo bares de toda la vida, que siguen apostando por lo tradicional y que se han convertido en lugares que atraen a los más jóvenes. En “Son más que bares”, Unidad Móvil muestra las historias que guardan estos lugares, las experiencias que allí se comparten y la importancia de estos establecimientos en la vida de sus clientes.

Para los vecinos de Farasdués, localidad de la comarca de Las Cinco Villas, el bar del pueblo es mucho más que un bar. Es el centro social, el lugar donde se reúnen los poco más de treinta habitantes del municipio, donde toman café, almuerzan, cenan y echan la partida. Por eso ante la amenaza de quedarse sin él, la asociación San Antonio se movilizó para buscar gente que lo llevara. De esta forma se hicieron cargo de la gestión Toño y Rosa. Una reportera del programa viaja a Farasdués. Allí los protagonistas de la historia le cuentan la importancia del bar para el pueblo y todas las actividades que allí se llevan a cabo.

En la ciudad de Zaragoza, Unidad Móvil visita dos bares de los de “toda la vida”. Uno de ellos lleva dando servicio a sus clientes desde hace más de treinta años. Y aunque sigue manteniendo a la clientela de siempre, se han ido sumando las nuevas generaciones. Un reportero del programa también visita otro de los bares míticos de la capital aragonesa. Un bar que cuenta con una clientela aficionada a la música y a la gramola que se encuentra en el local.

Fortanete es un pequeño pueblo de la comarca del Maestrazgo. En él viven unos 150 vecinos. A pesar de ello, ha conseguido mantener abiertos dos bares, un hostal y un hotel. Una reportera del programa viaja a esta localidad turolense, donde los vecinos le cuentan que no hay competencia entre los establecimientos, ya que cada uno tiene su público. Dicen que sus temporadas altas son las estaciones de primavera y otoño.

Unidad Móvil visita en Benasque uno de los bares más atípicos y con más solera que se pueden encontrar en Aragón: el Rabasón. Ubicado en el interior de una antigua cuadra, desde hace más de cincuenta años el Rabasón sigue atrayendo a los clientes de toda la vida. A ellos se suman los turistas atraídos por la oferta del esquí en la zona que no quieren perderse uno de los grandes éxitos del bar: su poncho caliente.

Frente a los datos que evidencian el cierre de bares en Aragón, ¿cómo se puede conseguir frenar esta tendencia? Para José Alonso, gerente del Bar Da Vinci, está claro: hay que diversificar, y si antes la gente iba a los bares, ahora hay que llevarlos. La fórmula pasa por imaginación: desde los concursos en redes, a poner nombres ingeniosos a las tapas. Así, “Prima de Riesgo” o “Solomillo Merkel” son algunas de las especialidades fijas de una carta cada vez más extensa para llegar a un público cada vez más segmentado. La atención a las alergias alimentarias, las estufas que alargan la temporada de terrazas o incluso el vermut a domicilio son algunas de las bazas con las que cuenta este establecimiento para levantar persiana cada mañana.

Los vecinos de Aladrén afirman que el bar es el corazón de esta localidad de la comarca Campo de Cariñena. En estos momentos, son ellos mismos los que se encargan de la barra y de la cocina del establecimiento, pero quieren que alguien se haga cargo de la gestión del bar. Es por esto que a través de las redes sociales han lanzado la propuesta. Un reportero del programa es testigo de cómo ya les han llegado muchas solicitudes de personas interesadas en esta oferta.

Chía es una localidad con 85 habitantes censados. A pesar de ello, su nombre aparece en la Guía Michelín. El pequeño restaurante del pueblo, Casa Chongastán, aparece recomendado en la sección de buenos precios. El secreto es una familia con raíces ganaderas que lleva doce años sirviendo una carne de sus propias vacas que ha enamorado a los inspectores de la guía y a quienes les visitan. "Cuando la gente viene a mi casa rural, primero reservan mesa y luego cama", dice una vecina. "Se puede tardar meses", añade. "Esto fija población", cuenta otro que le comenta a un equipo del programa cómo el establecimiento ha mantenido en el pueblo tres familias jóvenes.

Todas estas historias a partir de las 21:35 horas en Unidad móvil con “Son más que bares”