Estreno de sección oregonesa: “Piso compartido”. Eduardo, Diego y Lorién son tres mozalbetes que comparten piso. El primero de ellos, estudiante de segundo de carrera absolutamente pasado ya de fechas, informa puntualmente a sus padres de las novedades del bufete de abogados que supuestamente regenta. Pero hete aquí que los padres aparecen en el piso y los compañeros de Eduardo pasarán a ser un empleado y un cliente del despacho por arte de birlibirloque. Criaturas...

E.T., la contradicción hecha risa, continúa con su extravagante adaptación al medio oregonés. José Miguel es, como bien sabemos, un individuo aprovechado y con más rostro que Lincoln en el Monte Rushmore. Y como profesor de perrerías no tiene competencia. Toca enseñar al marciano el arte de pedir a otro que mienta por ti. Un clásico en el mundo de las picardías.

Marirramona Youtuber nos va a enseñar esta semana a cuidar muñecos infantiles. Algo sencillo, se aprende demasiado pronto. ¿Cómo alargar el espacio? Enseñando a cuidar a personas humanas. Y ante la ausencia de bebés, un adulto será el cómplice necesario. Conchito, efectivamente. Primer paso: El pañal. Ahí lo dejamos...

Vuelven los “Problemas de pareja”, sección que nos muestra insitu los desencuentros cotidianos de duplas clásicas. En este caso le toca el turno a Geppetto y Pinocho, los personajes de Carlo Collodi. El chiquillo de la nariz retráctil pide dinero sin parar a su ebanista… a su padre. Y los motivos son de lo más peregrino. Al margen de ello tiene un problema para entender como se engendran los “hijos” de madera. Movidas del mundo de la carpintería...

El matrimonio de Casa Gálvez llega a casa después de comer con Pepe y Concha, matrimonio zen donde los haya. Y la experiencia ha hecho que José Mari se vaya a su cuarto a leer o que M.ª Carmen se haya convertido en una auténtica gestora del subconsciente. En un ratico de nada, oye.

Elvira y Almudena se encargan de bajar la persiana este sábado. La primera de ellas se ha fijado en el detalle de que no hay sección de políticos. Su hermana le explica que es porque están en campaña electoral. Pero de una forma más que peregrina, claro.

La cabaretera continuará con sus canciones de corte picarón y el señor gordito que baila danzará sin parar hasta caer exhausto.