Mónica Jasanada y Jordi Segura son amigos y estudiantes de cocina en Valderrobles, Teruel,
Mónica pone la cabeza y Jordi el corazón, ambos comparten aula en la Escuela de Cocina de Valderrobles (Teruel). Para Mónica la gastronomía supone un todo, su futuro y la “mejor forma de ganarse la vida”. Por eso, el programa La Batalla de las Tapas es un “marco incomparable en el que poder crecer”.
La timidez de esta joven estudiante de cocina contrasta con la ‘cara dura’ de su compañero Jordi, de carácter jactancioso, y que encamina sus pasos hacia la cocina por recomendación de su padre. “Mi padre no quería que fuera un chico acostumbrado a tener el plato puesto y por eso me enseñó a cocinar”, asegura. Actualmente, Jordi compagina sus estudios con un trabaja de fin de semana en un restaurante turolense.
El casting fue un reto para ellos, ya que tras quemar el ingrediente principal de su tapa tuvieron que improvisar, lo que les sirvió para darse cuenta que “el mundo real no es la Escuela”.