La andadura de Carmelo López en esta batalla comenzó con su hermano Enrique con el que comparte su pasión por la cocina y sus ganas de evolucionar y aprender. Su madre fue la que les inculcó el trabajo entre fogones y con el paso del tiempo se han convertido en los ‘cocinillas’ de sus casas y en los chefs de sus amigos.
Empresario de éxito, Carmelo ya ha demostrado que tiene la clara intención de ganar y que está dispuesto a aparcar todo por dedicar su energía a La Batalla de las Tapas. Si gana, dice, “sería un tributo a nuestra madre que no está pasando su mejor momento.”